lunes, 22 de junio de 2009

Cómo saber si ella está muerta de amor contigo


¿ Está ella muerta de amor contigo?
Una mujer que quedó flechada por un hombre , vive en perpetuo estado de "simbiosis telefónica". Ya no el hombre en cuestión , sino el teléfono, pasa a ser el centro y núcleo de su vida , en torno al cual gira el Sistema Solar y el Universo entero.
No quiero imaginar qué terrible debe ser el día después de la primer salida de la mujer que no tiene teléfono. No puedo imaginar cómo se las arreglan para reencontrarse , o para medir la carga de interés que uno sembró en el otro. ¿ Temblarán de emoción al escuchar la bicicleta del cartero? ¿ Pegarán la oreja al suelo, como los indios comanches, para saber si él se acerca?
Para quien tiene teléfono, la cosa es terrorífica.
Una vez que una mujer le dio su teléfono al hombre que le gusta, vive en perpetuo estado de parálisis. No se baña, no entra al baño, no tiende la ropa lavada, no sale a comprar ni leche ni jabón, por miedo a perderse esa llamada que le cambiará la vida. Y así se queda, sucia, famélica , ojerosa, estreñida , con la ropa juntando moho , y mirando fijo un aparato que no suena jamás. Porque un teléfono observado nunca suena .
¿Pero como puede saber el hombre que la llama si ella está realmente interesada en él?
Porque , cuando se decida a llamarla, tendrá un diálogo como el que sigue :
El : - ¿Hola? ¿Verónica?
Ella:- ( Emocionada hasta las lágrimas) !HOLAAA! .Ejem....¿Quién habla?
El: -Soy yo, Juan.
Ella:-(Con taquicardia, pero haciéndose la indiferente) ¿ Qué Juan?
El: -Juan Pérez .Nos conocimos en la fiesta de Elisa...
Ella: (El corazón le salta en el pecho al recordar los ojos color miel de él clavados en los de ella, y su labio superior ligeramente curvado a la izquierda sonriéndole con ese hoyuelo en su mejilla derecha ) No recuerdo…¿ Quién eres?
El: Estuvimos conversando en el jardín …Soy el arquitecto , ¿ recuerdas? Hablamos de decoración…
Ella :(Deseando besarle los hoyuelos) A ver …Creo que sí te recuerdo…Si creo que ya se quién eres …
El:-¿Cómo estás?
Ella: (Quisiera decirle “ Tocando el cielo con las manos por oír tu voz”)- Bien, ¿y tu?
El:- Con ganas de volver a verte...
Ella: ( No puede creer lo que está oyendo) -¿No me digas?
El:-Sí…¿esperabas que te llame?
Ella: -Ejemmmm....No. La verdad, estuve tan ocupada...
El:-¿Qué te parece si nos vemos ?
Ella: ( Dándose tiempo para pellizcarse y reaccionar) - Mira, tengo una semana terrible...
El:-¿Qué te parece mañana a la tarde?
Ella: -¿A la tarde? ¿A qué hora?
El:- A eso de las cinco.
Ella:-(Piensa que antes de verlo tiene que ir a la peluquería ) No puedo, tengo un compromiso urgente...
El:-Entonces no puedes.
Ella:-(Desesperada)¡Pero puedo cambiar el horario!
El:-No, no hagas eso. Mejor olvídalo.
Ella:- ¿ No puede ser otro día?.( Ella piensa que si se ven en tres días, ella tendrá tiempo para hacer la dieta del pomelo, si se ven en cinco podrá hacer la dieta del huevo duro y si se ven en una semana puede llegar a ponerse los pantalones nuevos gracias ala dieta de la luna) .
El:-No ahora que me acuerdo yo tampoco puedo mañana…¿Y el sábado a la noche , qué te parece?
Ella:-(Calcula que no tendrá tiempo de adelgazar tres kilos) Tengo otro compromiso…
El:- ¿ Es tan importante?
Ella : (Miente ) Es el casamiento de una amiga …
El : - No , entonces no...
Ella: -(Arrepentida)¡Pero es la tercera vez que se casa! Puedo faltar . ¡En verdad , ya me aburre verla vestida de blanco!...
El: - No, cómo vas a hacer eso...
Ella:-(Desesperada ) ¡No importa, no voy!
El: - Pero ahora que recuerdo , yo tampoco puedo.
Ella: - (Casi desmayada, rogando) ¿Cuándo podrías?
El: -No sé...Quizás el domingo a mediodía ..
Ella: -(Recordando que el domingo no podrá comprase zapatos nuevos para estrenar con él ) ¡No, no podré yo!….¿ No nos podremos encontrar el lunes a la tarde?
El : Mejor el martes a la tarde
Ella : ( Recordando que el martes quedó en llevara a su abuela al dentista, a la tarde debe cuidar a los hijos de su hermana que deberá operarse de una histerectomía total, que a la noche luego de rendir un examen en la universidad debe atender hermana convaleciente, y que el miércoles tempranísimo tiene una importante entrevista de trabajo)
¡ Perfecto! ¡Estaré libre, sin nada que hacer! ¬
Esa mujer está muerta de amor. Y lo demostrará a través de su conexión simbiótica con el teléfono, sea celular o de cable. Día a día le hablará a él de si me has llamado, no me has llamado, te he llamado, porque no me llamas, conjugando todos los tiempos verbales del verbo “ llamar” ( o telefonear).
Qué razón tenía Carmen Maura en "Mujeres al borde de un ataque de nervios" en arrojar el teléfono por el balcón . Cuántas haríamos lo mismo. Y no podemos, porque el teléfono es nuestro termómetro amoroso, el aparato que bombea nuestra esperanza, sus pulsos son los de nuestra corazón , su cable es nuestro cable a tierra , su timbre es música para nuestros oídos, su batería es nuestra bomba de tiempo.
Las mujeres enamoradas somos teléfono-dependientes. No encontrar mensajes en nuestro contestador telefónico es como morir un poco. Escuchar su voz en un mensaje grabado es música celestial.
El día en que el amor se termina, es el día en que luego de entrar a casa, vamos al baño, nos servimos un vaso de gaseosa, miramos un poco de televisión, ponemos música, tendemos la ropa mojada y compramos leche y jabón... todo eso antes de escuchar los mensajes en el contestador.
Alexander Graham Bell hubiera beneficiado más a la humanidad si en vez de inventar el teléfono hubiera inventado el tubo de dentífrico que no se puede apretar por el medio, la tapa de inodoro fija, y las toallas magnéticas que se cuelgas solas a la pared.
Con lo cual habría preservado la salud mental de las mujeres y evitado millones de divorcios.

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